En la década de los años 70’s, a través de la XEW en sus programas de radio a nivel nacional,  mi papá difundió el naturismo en México, toda una novedad en esa década. Vegetariana de nacimiento, por supuesto.

 

Cuando nace mi primer hijo en 1992,  mi papá me suplica que no le dé leche de vaca, “esa leche es para un becerro, no para David”,  “tu bebé pesa 3 kilos, no 40”. “Va a estar mucho más sano y fuerte si le das leches vegetales”, “Hazme caso, por favor”, “es simple lógica” me decía. 

 

Dediqué mucho tiempo a investigar  y buscar información que me ayudará a tomar las mejores decisiones para la salud de mi familia.

 

En libros europeos encontré que,  efectivamente mi papá tenía razón, pero hacer leches vegetales era todo un tema. Había que invertir mucho tiempo y ser cuidadosa con la higiene. 

Aún así aprendí y lo hice con mis otros tres hijos que crecieron fuertes y sanos SIN LECHE DE VACA; hasta que, finalmente en 2001 en una exposición  de Natural Products, en California, me encontré con un electrodoméstico que podía elaborar solamente leche de soya a partir del frijol.

Le tocó finalmente a mi cuarta hija. Compré 3 en un año porqué la calidad era fatal y cuando se descomponía tenía que desecharlo, no había servicio alguno de reparación, el resto de las leches vegetales  que tomaban mis hijos las seguí haciendo de forma artesanal. 

 

Era tal la novedad entre amigos y familiares que decidí emprender la tarea de mejorarlo; perfeccionarlo y encontrar la forma de compartirlo con más personas. Después de mucho trabajo, nace Soyaelectric. Un largo camino recorrido en todos los aspectos de un negocio formal y seriamente comprometido con sus clientes.

 

Han pasado 27 años para llegar a estar en los mejores retailers de México y mi comprometido equipo de trabajo lo ha hecho posible, tenemos un centro de servicio, miles de recetas y clientes satisfechos que ahora nos recomiendan pero sobre todo,  hemos contribuido al igual que mi papá a tener un mejor México: logramos mejorar nuestra salud con el consumo de cereales, leguminosas y oleaginosas, tenemos menos generación de basura en forma de envases de tetra pack, no consumimos conservadores, espesantes, saborizantes y azúcares refinadas en las leche de  la familia y mejoramos nuestra economía, porque es baratísimo, pero sobre todo disfrutamos del sabor de las leches vegetales hechas en casa con Soyaelectric.